GÉNERO LITERARIO TÍTERES
QUE
SON LOS TÍTERES
Los
títeres son una herramienta que posibilita trabajar y vincularse con niños de edades
muy tempranas. Petr Bogatyrev (1999) consideró al teatro de títeres como un
sistema de signos, contemplando que un signo es aquello que reemplaza «algo por
alguien» (Escalada Salvo, 1999), una cosa por otra cosa; pero con una
representación que va más allá, con otro valor simbólico, ya no de cosa, sino
de otro ser vivo con intenciones y sentimientos. Este alguien, el títere, es
recibido por los niños como un muñeco o como un ser vivo. Las expresiones de su
rostro, su vestimenta, su voz forman parte de su manera de comunicarse con los
pequeños, generándoles diversas y variadas impresiones. Se requiere de la
habilidad del docente titiritero para que éstos comprendan los mensajes de «los
títeres».
No
alcanza con la propia capacidad creadora de los niños; el titiritero deberá poder
capturar el interés de los pequeños, y adecuar el lenguaje que utilice en cada
caso.
Los
títeres generan sentimientos de confianza y familiaridad, no tanto por lo que
los muñecos son, sino por lo que los niños ponen en ellos.
Esto
permite abrir un mundo de sugestión y fantasía al que el niño puede entregar su
propia interioridad.
Berta Finkel (1980) señala
la posibilidad que brindan los títeres para que los niños proyecten o se
identifiquen con ellos. Señala que es uno de los medios más interesantes para
el trabajo con pequeños ya que permite «situarse en un plano de intersección
entre lo lúdico y lo real», porque el niño puede identificarse con ese objeto
lúdico y crear con él escenas imaginarias, pero también puede proyectar y
atribuirle vivencias reales que no podría aceptar en sí mismo. Se pueden
recrear situaciones y vivir los contenidos propuestos con un riesgo muy bajo y
la facilidad de entrar y salir del espacio imaginario sin la connotación de
tragedia, dolor y drama que tiene el accidente en la vida cotidiana.
Por lo tanto, el títere en
sí mismo es un muñeco que, al cobrar vida en manos del titiritero, se
transforma en un personaje teatral y es, a su vez, por su utilización, un
Objeto intermediario.[1]
El
títere surge con el hombre primitivo, cuando vio su sombra reflejada por las
hogueras que hacía en las paredes de las cuevas. Entonces, al moverse, se
movían esas imágenes y ahí fue donde surgió la necesidad de hacer esas figuras
y las hizo con la piel de los animales que cazaba. Eran planas, hechas de piel
de animales. Fue la primera manifestación de títeres que existió, se crearon para
el teatro de sombras.
El primer títere fue el
plano. El más antiguo que se conserva es de Oriente, de la India, de Indonesia,
de Birmania.
Luego se expandieron por
todos lados. Pasaron a Turquía, África y después recién surge el títere
corpóreo.
Los primeros elementos para
construir títeres fueron la piel y la madera. Más adelante vinieron las figuras
de bulto tallado en madera. Posteriormente, empezaron a hacerlos con los
elementos más modernos: con papel maché y luego vinieron los plásticos. El
material evoluciona de acuerdo a la evolución de los elementos que se crean.
La figura del títere es
anterior al teatro, es contemporáneo de los primeros ritos, las danzas y los
mimados de escenas religiosas o de llamados a las divinidades. Siempre son
personajes que tienen algo que ver con la religión o con la tradición de los
héroes o de los dioses del lugar.
El Ramayama y todas las
leyendas y filosofías orientales son los primeros textos que se conservan.
Su origen se remonta a los
pueblos antiguos, China (2000 a.C.), India, Japón, Egipto, Grecia, Roma.[2]
AUTORES
DESTACADOS EN EL MUNDO Y EN COLOMBIA
Skulzin
y Amado (2006: 74) plantean que el taller de títeres como actividad escolar “es
una herramienta que promueve el aprendizaje de diferentes conocimientos y
habilidades a partir de situaciones de interacción social”.
María
Signorelli y Mane Bernardo son dos referentes en cuanto a la reivindicación del
títere y de su uso escolar.
Bernardo
(1962) arraiga los títeres en la parte más profunda del ser humano, a partir de
que el arte de los muñecos está presente de forma universal desde los estadios
más antiguos de la evolución
Autores
como Carlos Angoloti (1990: 138), alertan del peligro que comportan
determinadas prácticas poco reflexivas (y desgraciadamente frecuentes), como
por ejemplo el uso de títeres que no hayan construido previamente los alumnos o
la selección de textos no adecuados.
Antonio
García del Toro critica el uso que tradicionalmente se ha hecho del teatro
educativo (con títeres, máscaras o únicamente con actores), y plantea la
necesidad de cambios sustanciales. El autor incide en la formación del espíritu
crítico por parte del alumnado: a partir de la utilización correcta de los
títeres en la escuela y en los otros ámbitos educativos, los discentes
adquirirán el sentido crítico con las actuaciones propias y ajenas, y todo esto
repercutirá en la formación como espectadores (García del Toro, 2004: 10).
Bernier
y O’Hare (2005) dedican un extenso volumen a tratar la vertiente educativa y
terapéutica de los títeres.
Tova
Ackerman (2005) resalta el aspecto oral del títere, la importancia de la
palabra y sobre todo la capacidad de desarrollo de la imaginación, ya que la
metáfora forma parte de la esencia.
Efectivamente,
el titiritero y el objeto proporcionan una serie de estímulos a los cuales
responde la imaginación del espectador: titiritero y títere actúan de forma
recíproca, y también el títere y el titiritero se relacionan de la misma forma
con el público; esta recepción de estímulos por parte del espectador y la
repuesta consiguiente –que influyen a la par en el títere y el titiritero–
constituye el núcleo de la acción dramática (Ackerman, 2005: 8).
Suzanne
Down (2005: 17), que justifica el uso de los títeres en la escuela a partir de
la universalidad del teatro de títeres, que conecta al alumnado con la historia
del ser humano. También en los niveles iniciales, en este caso relacionados con
el final de la educación infantil y el inicio de la primaria,
Sharon
Peck (2005: 73-81) aporta sus reflexiones y su práctica escolar alrededor del
títere como herramienta para el aprendizaje de la lectura.
Mary
S. Mazzacane aporta un interesante punto de vista sobre las relaciones posibles
entre el aprendizaje a través de los títeres y el área de música, una vertiente
probablemente poco trabajada aún y que ofrece muchas posibilidades didácticas:
para Mazzacane la enseñanza de la música con títeres es una forma de estimular
la imaginación y la creatividad del estudiante con una reducción al mínimo de
la resistencia al estudio; la conjugación de títeres y música aporta confianza
al alumno y le permite relacionarse de forma más efectiva con el profesorado y
con los compañeros; así mismo, ayuda a desarrollar hábitos de escucha, anima a
la cooperación, motiva el interés y la participación, aumenta la seguridad y
genera entusiasmo en el aprendizaje de las habilidades musicales; finalmente,
el arte de los títeres ayuda a reforzar las habilidades musicales básicas ya
que facilita la libertad de pensar creativamente y sin inhibiciones (Mazzacane,
2005: 60).
Judith
O’Hare (2005b) profundiza en la reflexión sobre lo esencial del teatro de
títeres, y actualiza de nuevo la disyuntiva entre teatro y dramatización al
preguntarse si las actividades en el aula con títeres son sobre todo proceso o
producto. En este sentido, O’Hare aporta una serie de objetivos susceptibles de
ser trabajados con los títeres (2005b: 66).
Miguel
Ángel Zabalza entiende el trabajo con títeres como una de las posibilidades de
actualizar y concretar la dramatización en el aula. Se trataría de una
actividad donde se implica toda la persona: emociones, destrezas motrices,
lenguaje, expresividad, sensibilidad, conocimientos, etc. Además, pueden
graduar la implicación del alumnado en el proceso, desde la simple
representación a la construcción de la historia, de la escenografía y de los
propios títeres, y también desde la simple narración de hechos o de situaciones
al planteamiento teatral, respecto al cual se pretende que los niños/ as
elaboren juicios y valoraciones críticas. Para este autor, las aportaciones
formativas del trabajo con títeres son las siguientes (Zabalza, 2008: 200):
La
titiritera y docente vasca Enkarni Genua (2009) entiende que hay cuatro ámbitos
posibles de reunión entre los títeres y los niños/as: el teatro, la escuela, la
familia y el tiempo libre. Esta autora considera que el trabajo con títeres supone
una fuente inagotable de alegría para los niños, y, por otro lado, es un
elemento que incide positivamente en la educación integral del alumno, ya que
desarrolla elementos tan importantes como la imaginación, la creatividad, la
capacidad de expresión y la sensibilidad, además de ayudar al niño/a a adquirir
y a experimentar las vivencias propias y ajenas y de ser un potencial
transmisor de valores. Además, el teatro de títeres ayuda al afianzamiento de
la personalidad y potencia el trabajo en equipo (Genua, 2009: 25-43).
Mane
Bernardo (1962) aporta varias experiencias con niños neuróticos y con otras
patologías psíquicas, llevadas a cabo por Howells, Grant, Bryan y Whiles, entre
otros. En algunos casos, se observa cómo algunas de las características básicas
del teatro de títeres actúan como potentes factores terapéuticos. Igualmente,
la autora relata varias experiencias de tratamientos fisioterapéuticos con
títeres, en entornos hospitalarios y también como herramienta de prevención en
varias campañas de salud (Bernardo, 1962: 30-31).
Caroline
Astell-Burt (2001) expone sus experiencias en teatro terapéutico con títeres y
hace algunas propuestas de utilización de los muñecos en varias patologías. El
hecho de que el títere actúe como puente entre la vida interior del paciente y
la realidad ofrece un sinfín de posibilidades terapéuticas, dado que el objeto
se convierte en un puente entre el mundo interior de fantasía y el mundo de la
realidad, y hace la vida soportable al ofrecer un espacio intermedio, temporal
o de transición
Wilson
Ruiz Castro, Actor y director teatral dedicado a la exploracion con mimos,
titeres y teatro, egresado de la U. Nacional de Colombia, profundo investigador
de las raices colombianas, de los pueblos, sus personajes y dedicado a contarle
al mundo sus historias bien sea a partir de creaciones con títeres, muñecos,
objetos inanimados, o personajes que el crea, presenta y representa. [3]
El
teatro que habla con los muñecos: Aquí la principal herramienta de trabajo son
las marionetas, objetos que gracias a la imaginación del actor toman vida.
Apenas en 1980 había dos grupos establecidos: El teatro de marionetas de Jaime
Manzur y la compañía de títeres de Ernesto Aronna, los cuales con el tiempo
fueron acompañados por agrupaciones como la Libélula Dorada y Paciencia de
Guayaba.[4]
Marionetas
Crea
el primer teatro estable en Bogotá (chapinero) en 1980 donde con el nombre de
FUNDACION JAIME MANZUR, formó una escuela
sobre el teatro de marionetas y ha difundiendo este tipo de cultura y
recreación.
Así
mismo, con su teatro ha contribuido a formar un público, que desde la niñez lo
reconoce a través de su asistencia a los diferentes espectáculos de ópera,
zarzuela, cuentos clásicos y literatura nacional como internacional. Es el
público que asiste a las salas de
teatros gracias a esta formación.[5]
Teatro
Ernesto Aronna
Cra
20 No. 45A-59, Teusaquillo, Bogotá DC, Colombia
Aunque
parece un espacio sencillo y modesto, este escenario se conoce más por ser una fundación
dedicada al entretenimiento infantil ubicada en el Barrio La Soledad, entre la
clínica Palermo y la Calle 45. Este Teatro fue fundado por Ernesto Aronna, por
quien lleva su nombre, quien es un reconocido maestro de artes escénicas y a la
vez es el productor de los montajes de la Sala. Estuvo cerrado durante un
tiempo por reformas estructurales, pero abrió sus puertas a finales del año
2012.
Es
un escenario de 6 metros con un aforo de 110 sillas y cuenta con un staff de
1.200 muñecos entre los que se encuentran Aladin, Blanca Nieves, la Bella
durmiente y muchos más. Los domingos se abren los telones para recibir a los
niños con marionetas, especialidad del teatro. Es un auditorio pensado para
promover el arte dramático en Bogotá sin necesidad de una puesta en escena
grande.
Su
apertura y funcionamiento datan del 24 de abril de 1960, fecha en la que
empezaron con más de 500 marionetas de hilo junto con montajes clásicos y
modernos. Su nivel cultural se asemeja a Colsubsidio, el Teatro Montessori,
Fundación La Baranda y la Asociación Cultural Hilos Mágicos. [6]
QUE
APORTA A LA INFANCIA ESTE GÉNERO
Los
títeres pueden aportar una serie de elementos positivos a la
enseñanza/aprendizaje de convenciones, y sobre todo pueden ayudar al infante a
aprender (no tan solo en el contexto escolar, sino en la vida) y a expresar.
Los títeres constituyen una forma creativa y expresiva del arte que se hace
accesible a los niños/as y que puede reforzar el proceso educativo: con este
recurso enseñamos a estar abiertos al entorno, a vivir más intensamente y a
expresar con las palabras y las acciones. En el logro de estos objetivos
educativos es de vital importancia el proceso, aunque al tratarse de
actividades artísticas el producto final en forma de espectáculo se debe tener
en cuenta; sin embargo, si focalizamos todo el interés en el producto final,
será difícil que el alumnado interiorice el proceso y el camino que comporta:
Miguel
Ángel Zabalza entiende el trabajo con títeres como una de las posibilidades de
actualizar y concretar la dramatización en el aula. Se trataría de una
actividad donde se implica toda la persona: emociones, destrezas motrices,
lenguaje, expresividad, sensibilidad, conocimientos, etc. Además, pueden
graduar la implicación del alumnado en el proceso, desde la simple
representación a la construcción de la historia, de la escenografía y de los
propios títeres, y también desde la simple narración de hechos o de situaciones
al planteamiento teatral, respecto al cual se pretende que los niños/ as
elaboren juicios y valoraciones críticas. Para este autor, las aportaciones
formativas del trabajo con títeres son las siguientes (Zabalza, 2008: 200):
·
Establece un contexto multidimensional para
la actividad del niño/a, que debe pensar, hablar, recrear emociones, construir
objetos, manipularlos, estructurar secuencias, etc.; hay un gran número de
aprendizajes implicados en esta actividad.
·
Establece un contexto cooperativo que hace
que la aportación y el producto individual no tenga sentido si no es en
relación con los de los demás.
·
Establece un contexto ambiguo de
presencia-ausencia que facilita la libre aparición de contenidos difíciles de
expresar en público; el recitador, que habla mediante los muñecos, está
escondido: esto le proporciona una especie de impunidad para poder decir lo que
quiere.
·
Establece un contexto abierto entre actores y
espectadores, entre niños y adultos; los títeres hacen preguntas, piden
participación, responden a las demandas y expectativas que pueden facilitar el
tratamiento de varios temas, que nos permiten conocer la dinámica personal y
social del alumnado.[7]
GRUPOS
MÁS SIGNIFICATIVOS Y MAS ANTIGUOS DE ESTE GÉNERO
SOL
Y TIERRA, UN GRUPO HISTÓRICO DE LOS TÍTERES DE MADRID
La
histórica compañía Sol y Tierra, fundada en 1982 por María José de la Rosa y
Víctor Torre. Un grupo que no nació de la nada o por generación espontánea,
sino porque de algún modo seguía una tradición familiar cuyas raíces se
encuentran en el personaje de Don Manuel de la Rosa, Don Redondón, titiritero y
actor de Tv, y padre de María José.
Don Redondón
Un
personaje interesante, Don Redondón, muy conocido en su día por sus apariciones
en televisión, con una historia muy larga y llena de viajes.
Oriundo
de Granada, donde estudió declamación, decidió mudarse a Madrid para seguir con
su carrera profesional. Comenzó como
locutor en Radio SEU, donde conoció a la
que sería su esposa, María Ignacio Anta, cantante y pianista. Más tarde trabajó
en cine y, posteriormente, junto a Torrebruno, trabajó en la serie infantil “La
Guagua”. En el año 1974 grabaría en TVE
la serie de 28 capítulos “Juan sin
miedo”, y también participó con sus títeres en la serie “El mundo de la
Música”. Asimismo, su compañía recorrió teatros, fiestas en pueblos y plazas de
toros durante esos años. En 1979 la
Compañía viajó a México donde grabaron varias series para televisión, Canal 13, Televisión Rural y
Televisa. A final de los años 90 Manuel
de la Rosa vuelve a España, donde pasa sus últimos años. También fue uno de los
impulsores y gestores del Teatro de
Títeres del Retiro, rehecho tras un incendio.
Torrebruno,
Don Redondón (Manuel de la Rosa Uclés) y otras dos actrices del programa para
la infancia de Televisión Española.
Una
figura, como puede verse, proteica y activísima, dedicada íntegramente a los
títeres desde muchos puntos y perspectivas diferentes, y que marcó una época. También
marcó el destino de su hija y, a través de ella, de quién sería su compañero,
Víctor. María José de la Rosa y Víctor Torre comenzaron como titiriteros en su
compañía (Los títeres de Don Redondón) ,María José, hacia el 1976 y Víctor
en el 1979, cuando la compañía marcha a México de gira.
Así
nació Sol y Tierra, fruto ya de una época que empezó a trabajar con los títeres
rompiendo con las viejas tradiciones de los retablos y de la cachiporra. En
realidad, hay un planteamiento ecológico en el mismo nombre de la compañía, una
preocupación por la protección del Planeta, motivación que continua en la
actualidad, como ellos mismos indican.
Preguntado
sobre cómo era la época en la que empezaron, dice Víctor Torre:
“En
los ochenta el teatro independiente de Madrid poco a poco se va
profesionalizando, siendo la Tartana o la Deliciosa Royala, dentro del teatro de títeres, su mejor
exponente. Antes de los ochenta,
deberíamos hablar de los titiriteros antiguos: Porras, Don Redondón,
Meroño, Gonzalo Cañas y Paco Peralta renovaron el lenguaje de los títeres. En
los ochenta y más tarde en los noventa, las compañías de títeres poco a poco a
poco entran en los circuitos de teatro, mejoran las condiciones para exhibir
sus trabajos, y la red de teatros de la Comunidad de Madrid desde sus comienzos
programa a las compañías de títeres.
El
Teatro: Las Últimas Décadas en la Producción
Teatral Colombiana
Carlos
José Reyes
El
movimiento teatral colombiano ha tenido un notable desarrollo en la segunda
década del presente siglo y en particular, durante las tres últimas décadas, en
las cuales se han consolidado grupos, así como escuelas, festivales,
encuentros, talleres y giras nacionales e internacionales, lo que ha permitido
una positiva confrontación e intercambio del teatro colombiano con otros
movimientos de América Latina y España.
A
partir de un quehacer empírico, y pese a muchas dificultades y carencias, el
teatro en Colombia ha superado la etapa del juego de aficionados, del sainete
costumbrista y del teatro literario, sin un claro concepto de la acción
dramática, escrito por poetas, novelistas y en general, escritores sin
experiencia en la praxis escénica. Las motivaciones principales surgían de
influencias de moda, en particular del teatro comercial español de la primera
mitad de nuestro siglo, como sucedió en general en América Latina con la
influencia de autores como Benavente y Casona.
También
existió, es cierto, una influencia del lirismo dramático de Federico García
Lorca y Rafael Alberti, pero ésta se produjo sobre autores que ensayaron el
género dramático como una parte de la literatura poética, como fue el caso de
Jorge Zalamea ("El regreso de Eva", -1926- o: "El rapto de las
Sabinas"); Arturo Camacho Ramírez ("Luna de arena" -1943- y
"Doncel de amor" -1945-).
Hay
que anotar que los dos autores más importantes y fecundos de la primera mitad
de nuestro siglo, Antonio Alvarez Lleras y Luis Enrique Osorio, se vincularon
al teatro no sólo como autores, sino también como directores y promotores de la
actividad escénica. Alvarez Lleras creó y dirigió la compañía teatral
"Renacimiento", y Osorio, varios grupos escénicos, entre los cuales
el más constante fue la "Compañía Bogotana de Comedias".
Sin
embargo, a fines de los años cincuenta, surgió un movimiento más amplio y
ambicioso que abarca los más diversos aspectos de la producción del espectáculo
teatral. Esta nueva etapa tuvo varios factores en su génesis, que le
permitieron dar pasos más sólidos en la búsqueda tanto de las herramientas
técnicas del trabajo del actor, como en la dirección, escenográfica y demás
aspectos del lenguaje mixto y complejo del teatro.
Entre
esos factores cabe destacar las escuelas de arte dramático, los festivales, la
creación de grupos estables y la vinculación de un importante sector de la
cultura (artistas, escritores, dirigentes) con el trabajo escénico. Figuras de
la política, intelectuales del grupo de la revista "Mito", dirigida
por el poeta y ensayista Jorge Gaitán Durán, pintores como Enrique Grau, David
Manzur, Alejandro Obregón y músicos como Luis Carlos Figueroa, Fabio González
Zuleta, Roberto Pineda Duque y más tarde Blas Emilio Atehortúa, contribuyeron
al desarrollo de un arte interdisciplinario más complejo y enriquecedor.
Estos
distintos aspectos vienen a consolidarse a fines de los años cincuenta y
comienzos de los sesentas. Los primeros festivales nacionales adquirieron una
gran importancia, reunieron a muchos actores y directores que trabajaban en
forma aislada en la radio y en la naciente televisión y que tenían plena
conciencia de la necesidad de convertir una actividad hasta el momento empírica
y aficionado de los actores -que por demás montaban obras sólo como un
divertimiento familiar- en un trabajo profesional de un nivel de calidad, a la
altura del que se venía desarrollando en otros países de América Latina, como
podían ser las naciones del Cono Sur, en particular Chile y Argentina.
PORQUE
SE VINCULAN CON LA LITERATURA.
Los
títeres como recurso didáctico en la literatura infantil, contribuyen a la
representación oral de sentimientos, ideas y situaciones de la vida
cotidiana. En la etapa del preescolar, los títeres son una herramienta
valiosa al trabajar con niños tan pequeños ya que permiten captar su atención
con facilidad y son un medio para descargar emociones tales como miedos,
tensiones, cóleras, entre otras.
Los títeres gustan a todos los niños. Son un medio
de expresión y creación. El niño, desde pequeñito logra prestar una fascinante
atención a los personajes diversos que se les puede presentar, ya que viajan
con ellos pasando un sinfín de historias, conociendo lugares, épocas y
personajes nuevos.
Los títeres permiten al niño:
Los títeres permiten al niño:
- Desarrollar su creatividad o imaginación.
- Manifestar su personalidad.
- Comunicar sentimientos.
- Establecer un diálogo de tú a tú.
- Descargar tensiones, o emociones.
- Contribuyen al desarrollo verbal (dicción,
vocabulario, sintaxis)
- Enriquecen el lenguaje y la práctica de los
buenos hábitos.
- Mejoran la expresión del niño y la niña, en
cuanto a la resolución de conflictos y necesidades.
- Estimulan la partición de los niños y niñas
tímidos.
- Pueden ser confeccionados por los propios
niños/niñas.
- Permiten a los niños y niñas disfrutar, reír y
sentir placer.
- Desarrollan la creatividad y el aprecio que el
infante siente por las cosas llenas de color y de fantasía, así como por
la música.
Los
títeres tienen variadas aplicaciones, entre esas podemos señalar:
- Pueden ser utilizados en el proceso enseñanza
– aprendizaje de diversas asignaturas.
- Sirven para desarrollarle el lenguaje oral a
los niños y niñas.
- Ayudan a los niños y niñas a desarrollar un
pensamiento creativo.
- Se emplean perfectamente en la presentación de
actividades y dramatización de cuentos.
- Permiten a los infantes representar pequeños papeles.
- Son útiles para aplicar y justificar las
normas de disciplina y de organización del plantel.
- En ocasiones se emplean como medida
terapéutica par a liberar tensiones, ansiedades, miedos y otros
trastornos.
- Sirve para desarrollar destrezas motoras finas
de las manos.
- Porque estimulan la capacidad de atención y
concentración del niño.
- Porque incrementan el vocabulario pasivo del
niño.
- Porque es un medio de estimulación auditiva y
visual.
- Porque desarrolla la comprensión del niño al
interactuar con el títere.
- Los títeres se
pueden emplear para enseñar prevención y cuidado del cuerpo.
- Son fáciles de crear o adquirir.
- Permite a los niños comprender mejor los temas
pre-escolares.
- Estimulan el raciocinio lógico del niño.
- Porque los invita a “viajar” con la
imaginación.
- Puede enseñarse además, valores, principios a
desarrollar también la capacidad empática y la tolerancia.
Mediante
el uso de los títeres en la escuela los niños y niñas:
Adquieren conocimientos, se determinan en cada actividad, desarrollan
capacidades de expresión, oral, escrita, corporal, plástica, creatividad, de
imaginación, de escucha, de opinión y crítica, adquieren valores, sensibilidad,
libertad de expresión, alegría, amor a la belleza, autoconfianza, trabajo en
equipo, aceptación de la crítica.
- Los títeres deben
estar a disposición de los niños; ser empleados por ellos mismos para que
puedan crear sus propias historias.
- Deben adecuarse a la realidad del niño.
- Debe transmitir un mensaje positivo.
Los títeres se
pueden crear con diversos tipos de materiales, también con material reciclable
o incluso pueden ser adquiridos en tiendas especializadas en productos
didácticos. Lo importante es el mensaje que transmitan, y la forma cómo llegar
a los niños, interactuar con ellos, de esta manera aprenden jugando.[8]
[1] SANTA CRUZ, Elena. Que es un títere. (En Línea). (30
Agosto 2016). Disponible
en:http://santafe.gov.ar/index.php/educacion/content/download/148651/729029/file/Producci%C3%B3n%20Elena%20Santa%20Cruz.pdf
[2] El
títere como recurso didáctico para la maestra. Cómo confeccionarlos.
Actividades libres y dirigidas con títeres para Nivel Inicial y Primario. (En
Línea). (29 Agosto 2016). Disponible en: http://capacitacion-docente.idoneos.com/titeres/
[3] Asociación artística
titirimimoteatro, títeres, mimo y teatro de Colombia. (En Línea). (27 Agosto
2016). Disponible en: https://www.blogger.com/profile/11381694056384852300
[4] Apuntes
sobre la dirección teatral en Colombia. (En Línea). (25 Agosto 2016).
Disponible en:
http://titirimimo.blogspot.com.co/2008/01/apuntes-sobre-la-direccion-teatral-en.html
[5] MANZUR,
Jaime. Marionetas. (En Línea). (30 Agosto 2016). Disponible en:
http://www.fundacionjaimemanzur.com.co/index.php/marionetas-cuentos.html
[6] Teatro Ernesto Aronna.
(En Línea). (29 Agosto 2016). Disponible en:
http://www.bogotatravelguide.com/teatro-ernesto-aronna-bogota.php
[7] OLTRA
ALBIACH, Miquel Ángel. Los títeres un recurso didáctico. (En Línea). (30 Agosto
2016). Disponible en:
www.raco.cat/index.php/EducacioSocial/article/download/267203/368957
[8] Importancia
de los títeres en la literatura infantil. (En Línea). (26 Agosto 2016).
Disponible en:
http://fabulasmundomagico.blogspot.com.co/2011/01/importancia-de-los-titeres-en-la.html
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