miércoles, 31 de agosto de 2016

GENERO LITERARIO - TITERES

GÉNERO LITERARIO TÍTERES

QUE SON LOS TÍTERES

Los títeres son una herramienta que posibilita trabajar y vincularse con niños de edades muy tempranas. Petr Bogatyrev (1999) consideró al teatro de títeres como un sistema de signos, contemplando que un signo es aquello que reemplaza «algo por alguien» (Escalada Salvo, 1999), una cosa por otra cosa; pero con una representación que va más allá, con otro valor simbólico, ya no de cosa, sino de otro ser vivo con intenciones y sentimientos. Este alguien, el títere, es recibido por los niños como un muñeco o como un ser vivo. Las expresiones de su rostro, su vestimenta, su voz forman parte de su manera de comunicarse con los pequeños, generándoles diversas y variadas impresiones. Se requiere de la habilidad del docente titiritero para que éstos comprendan los mensajes de «los títeres».
No alcanza con la propia capacidad creadora de los niños; el titiritero deberá poder capturar el interés de los pequeños, y adecuar el lenguaje que utilice en cada caso.
Los títeres generan sentimientos de confianza y familiaridad, no tanto por lo que los muñecos son, sino por lo que los niños ponen en ellos.
Esto permite abrir un mundo de sugestión y fantasía al que el niño puede entregar su propia interioridad.
Berta Finkel (1980) señala la posibilidad que brindan los títeres para que los niños proyecten o se identifiquen con ellos. Señala que es uno de los medios más interesantes para el trabajo con pequeños ya que permite «situarse en un plano de intersección entre lo lúdico y lo real», porque el niño puede identificarse con ese objeto lúdico y crear con él escenas imaginarias, pero también puede proyectar y atribuirle vivencias reales que no podría aceptar en sí mismo. Se pueden recrear situaciones y vivir los contenidos propuestos con un riesgo muy bajo y la facilidad de entrar y salir del espacio imaginario sin la connotación de tragedia, dolor y drama que tiene el accidente en la vida cotidiana.
Por lo tanto, el títere en sí mismo es un muñeco que, al cobrar vida en manos del titiritero, se transforma en un personaje teatral y es, a su vez, por su utilización, un Objeto intermediario.[1]
El títere surge con el hombre primitivo, cuando vio su sombra reflejada por las hogueras que hacía en las paredes de las cuevas. Entonces, al moverse, se movían esas imágenes y ahí fue donde surgió la necesidad de hacer esas figuras y las hizo con la piel de los animales que cazaba. Eran planas, hechas de piel de animales. Fue la primera manifestación de títeres que existió, se crearon para el teatro de sombras.
El primer títere fue el plano. El más antiguo que se conserva es de Oriente, de la India, de Indonesia, de Birmania.
Luego se expandieron por todos lados. Pasaron a Turquía, África y después recién surge el títere corpóreo.
Los primeros elementos para construir títeres fueron la piel y la madera. Más adelante vinieron las figuras de bulto tallado en madera. Posteriormente, empezaron a hacerlos con los elementos más modernos: con papel maché y luego vinieron los plásticos. El material evoluciona de acuerdo a la evolución de los elementos que se crean.
La figura del títere es anterior al teatro, es contemporáneo de los primeros ritos, las danzas y los mimados de escenas religiosas o de llamados a las divinidades. Siempre son personajes que tienen algo que ver con la religión o con la tradición de los héroes o de los dioses del lugar.
El Ramayama y todas las leyendas y filosofías orientales son los primeros textos que se conservan.
Su origen se remonta a los pueblos antiguos, China (2000 a.C.), India, Japón, Egipto, Grecia, Roma.[2]

AUTORES DESTACADOS EN EL MUNDO Y EN COLOMBIA

Skulzin y Amado (2006: 74) plantean que el taller de títeres como actividad escolar “es una herramienta que promueve el aprendizaje de diferentes conocimientos y habilidades a partir de situaciones de interacción social”.
María Signorelli y Mane Bernardo son dos referentes en cuanto a la reivindicación del títere y de su uso escolar.
Bernardo (1962) arraiga los títeres en la parte más profunda del ser humano, a partir de que el arte de los muñecos está presente de forma universal desde los estadios más antiguos de la evolución
Autores como Carlos Angoloti (1990: 138), alertan del peligro que comportan determinadas prácticas poco reflexivas (y desgraciadamente frecuentes), como por ejemplo el uso de títeres que no hayan construido previamente los alumnos o la selección de textos no adecuados.
Antonio García del Toro critica el uso que tradicionalmente se ha hecho del teatro educativo (con títeres, máscaras o únicamente con actores), y plantea la necesidad de cambios sustanciales. El autor incide en la formación del espíritu crítico por parte del alumnado: a partir de la utilización correcta de los títeres en la escuela y en los otros ámbitos educativos, los discentes adquirirán el sentido crítico con las actuaciones propias y ajenas, y todo esto repercutirá en la formación como espectadores (García del Toro, 2004: 10).
Bernier y O’Hare (2005) dedican un extenso volumen a tratar la vertiente educativa y terapéutica de los títeres.
Tova Ackerman (2005) resalta el aspecto oral del títere, la importancia de la palabra y sobre todo la capacidad de desarrollo de la imaginación, ya que la metáfora forma parte de la esencia.
Efectivamente, el titiritero y el objeto proporcionan una serie de estímulos a los cuales responde la imaginación del espectador: titiritero y títere actúan de forma recíproca, y también el títere y el titiritero se relacionan de la misma forma con el público; esta recepción de estímulos por parte del espectador y la repuesta consiguiente –que influyen a la par en el títere y el titiritero– constituye el núcleo de la acción dramática (Ackerman, 2005: 8).
Suzanne Down (2005: 17), que justifica el uso de los títeres en la escuela a partir de la universalidad del teatro de títeres, que conecta al alumnado con la historia del ser humano. También en los niveles iniciales, en este caso relacionados con el final de la educación infantil y el inicio de la primaria,
Sharon Peck (2005: 73-81) aporta sus reflexiones y su práctica escolar alrededor del títere como herramienta para el aprendizaje de la lectura.
Mary S. Mazzacane aporta un interesante punto de vista sobre las relaciones posibles entre el aprendizaje a través de los títeres y el área de música, una vertiente probablemente poco trabajada aún y que ofrece muchas posibilidades didácticas: para Mazzacane la enseñanza de la música con títeres es una forma de estimular la imaginación y la creatividad del estudiante con una reducción al mínimo de la resistencia al estudio; la conjugación de títeres y música aporta confianza al alumno y le permite relacionarse de forma más efectiva con el profesorado y con los compañeros; así mismo, ayuda a desarrollar hábitos de escucha, anima a la cooperación, motiva el interés y la participación, aumenta la seguridad y genera entusiasmo en el aprendizaje de las habilidades musicales; finalmente, el arte de los títeres ayuda a reforzar las habilidades musicales básicas ya que facilita la libertad de pensar creativamente y sin inhibiciones (Mazzacane, 2005: 60).
Judith O’Hare (2005b) profundiza en la reflexión sobre lo esencial del teatro de títeres, y actualiza de nuevo la disyuntiva entre teatro y dramatización al preguntarse si las actividades en el aula con títeres son sobre todo proceso o producto. En este sentido, O’Hare aporta una serie de objetivos susceptibles de ser trabajados con los títeres (2005b: 66).
Miguel Ángel Zabalza entiende el trabajo con títeres como una de las posibilidades de actualizar y concretar la dramatización en el aula. Se trataría de una actividad donde se implica toda la persona: emociones, destrezas motrices, lenguaje, expresividad, sensibilidad, conocimientos, etc. Además, pueden graduar la implicación del alumnado en el proceso, desde la simple representación a la construcción de la historia, de la escenografía y de los propios títeres, y también desde la simple narración de hechos o de situaciones al planteamiento teatral, respecto al cual se pretende que los niños/ as elaboren juicios y valoraciones críticas. Para este autor, las aportaciones formativas del trabajo con títeres son las siguientes (Zabalza, 2008: 200):
La titiritera y docente vasca Enkarni Genua (2009) entiende que hay cuatro ámbitos posibles de reunión entre los títeres y los niños/as: el teatro, la escuela, la familia y el tiempo libre. Esta autora considera que el trabajo con títeres supone una fuente inagotable de alegría para los niños, y, por otro lado, es un elemento que incide positivamente en la educación integral del alumno, ya que desarrolla elementos tan importantes como la imaginación, la creatividad, la capacidad de expresión y la sensibilidad, además de ayudar al niño/a a adquirir y a experimentar las vivencias propias y ajenas y de ser un potencial transmisor de valores. Además, el teatro de títeres ayuda al afianzamiento de la personalidad y potencia el trabajo en equipo (Genua, 2009: 25-43).
Mane Bernardo (1962) aporta varias experiencias con niños neuróticos y con otras patologías psíquicas, llevadas a cabo por Howells, Grant, Bryan y Whiles, entre otros. En algunos casos, se observa cómo algunas de las características básicas del teatro de títeres actúan como potentes factores terapéuticos. Igualmente, la autora relata varias experiencias de tratamientos fisioterapéuticos con títeres, en entornos hospitalarios y también como herramienta de prevención en varias campañas de salud (Bernardo, 1962: 30-31).
Caroline Astell-Burt (2001) expone sus experiencias en teatro terapéutico con títeres y hace algunas propuestas de utilización de los muñecos en varias patologías. El hecho de que el títere actúe como puente entre la vida interior del paciente y la realidad ofrece un sinfín de posibilidades terapéuticas, dado que el objeto se convierte en un puente entre el mundo interior de fantasía y el mundo de la realidad, y hace la vida soportable al ofrecer un espacio intermedio, temporal o de transición
Wilson Ruiz Castro, Actor y director teatral dedicado a la exploracion con mimos, titeres y teatro, egresado de la U. Nacional de Colombia, profundo investigador de las raices colombianas, de los pueblos, sus personajes y dedicado a contarle al mundo sus historias bien sea a partir de creaciones con títeres, muñecos, objetos inanimados, o personajes que el crea, presenta y representa. [3]
El teatro que habla con los muñecos: Aquí la principal herramienta de trabajo son las marionetas, objetos que gracias a la imaginación del actor toman vida. Apenas en 1980 había dos grupos establecidos: El teatro de marionetas de Jaime Manzur y la compañía de títeres de Ernesto Aronna, los cuales con el tiempo fueron acompañados por agrupaciones como la Libélula Dorada y Paciencia de Guayaba.[4]

Marionetas
Crea el primer teatro estable en Bogotá (chapinero) en 1980 donde con el nombre de FUNDACION JAIME MANZUR, formó una escuela  sobre el teatro de marionetas y ha difundiendo este tipo de cultura y recreación.
Así mismo, con su teatro ha contribuido a formar un público, que desde la niñez lo reconoce a través de su asistencia a los diferentes espectáculos de ópera, zarzuela, cuentos clásicos y literatura nacional como internacional. Es el público que  asiste a las salas de teatros gracias a esta formación.[5]                                       
Teatro Ernesto Aronna
Cra 20 No. 45A-59, Teusaquillo, Bogotá DC, Colombia  
Aunque parece un espacio sencillo y modesto, este escenario se conoce más por ser una fundación dedicada al entretenimiento infantil ubicada en el Barrio La Soledad, entre la clínica Palermo y la Calle 45. Este Teatro fue fundado por Ernesto Aronna, por quien lleva su nombre, quien es un reconocido maestro de artes escénicas y a la vez es el productor de los montajes de la Sala. Estuvo cerrado durante un tiempo por reformas estructurales, pero abrió sus puertas a finales del año 2012.
Es un escenario de 6 metros con un aforo de 110 sillas y cuenta con un staff de 1.200 muñecos entre los que se encuentran Aladin, Blanca Nieves, la Bella durmiente y muchos más. Los domingos se abren los telones para recibir a los niños con marionetas, especialidad del teatro. Es un auditorio pensado para promover el arte dramático en Bogotá sin necesidad de una puesta en escena grande.
Su apertura y funcionamiento datan del 24 de abril de 1960, fecha en la que empezaron con más de 500 marionetas de hilo junto con montajes clásicos y modernos. Su nivel cultural se asemeja a Colsubsidio, el Teatro Montessori, Fundación La Baranda y la Asociación Cultural Hilos Mágicos. [6]

QUE APORTA A LA INFANCIA ESTE GÉNERO

Los títeres pueden aportar una serie de elementos positivos a la enseñanza/aprendizaje de convenciones, y sobre todo pueden ayudar al infante a aprender (no tan solo en el contexto escolar, sino en la vida) y a expresar. Los títeres constituyen una forma creativa y expresiva del arte que se hace accesible a los niños/as y que puede reforzar el proceso educativo: con este recurso enseñamos a estar abiertos al entorno, a vivir más intensamente y a expresar con las palabras y las acciones. En el logro de estos objetivos educativos es de vital importancia el proceso, aunque al tratarse de actividades artísticas el producto final en forma de espectáculo se debe tener en cuenta; sin embargo, si focalizamos todo el interés en el producto final, será difícil que el alumnado interiorice el proceso y el camino que comporta:
Miguel Ángel Zabalza entiende el trabajo con títeres como una de las posibilidades de actualizar y concretar la dramatización en el aula. Se trataría de una actividad donde se implica toda la persona: emociones, destrezas motrices, lenguaje, expresividad, sensibilidad, conocimientos, etc. Además, pueden graduar la implicación del alumnado en el proceso, desde la simple representación a la construcción de la historia, de la escenografía y de los propios títeres, y también desde la simple narración de hechos o de situaciones al planteamiento teatral, respecto al cual se pretende que los niños/ as elaboren juicios y valoraciones críticas. Para este autor, las aportaciones formativas del trabajo con títeres son las siguientes (Zabalza, 2008: 200):
·         Establece un contexto multidimensional para la actividad del niño/a, que debe pensar, hablar, recrear emociones, construir objetos, manipularlos, estructurar secuencias, etc.; hay un gran número de aprendizajes implicados en esta actividad.
·         Establece un contexto cooperativo que hace que la aportación y el producto individual no tenga sentido si no es en relación con los de los demás.
·         Establece un contexto ambiguo de presencia-ausencia que facilita la libre aparición de contenidos difíciles de expresar en público; el recitador, que habla mediante los muñecos, está escondido: esto le proporciona una especie de impunidad para poder decir lo que quiere.
·         Establece un contexto abierto entre actores y espectadores, entre niños y adultos; los títeres hacen preguntas, piden participación, responden a las demandas y expectativas que pueden facilitar el tratamiento de varios temas, que nos permiten conocer la dinámica personal y social del alumnado.[7]

GRUPOS MÁS SIGNIFICATIVOS Y MAS ANTIGUOS DE ESTE GÉNERO

SOL Y TIERRA, UN GRUPO HISTÓRICO DE LOS TÍTERES DE MADRID

La histórica compañía Sol y Tierra, fundada en 1982 por María José de la Rosa y Víctor Torre. Un grupo que no nació de la nada o por generación espontánea, sino porque de algún modo seguía una tradición familiar cuyas raíces se encuentran en el personaje de Don Manuel de la Rosa, Don Redondón, titiritero y actor de Tv, y padre de María José.
 Don Redondón
Un personaje interesante, Don Redondón, muy conocido en su día por sus apariciones en televisión, con una historia muy larga y llena de viajes.
Oriundo de Granada, donde estudió declamación, decidió mudarse a Madrid para seguir con su carrera profesional. Comenzó  como locutor en Radio SEU,  donde conoció a la que sería su esposa, María Ignacio Anta, cantante y pianista. Más tarde trabajó en cine y, posteriormente, junto a Torrebruno, trabajó en la serie infantil “La Guagua”. En el año 1974  grabaría en TVE la serie  de 28 capítulos “Juan sin miedo”, y también participó con sus títeres en la serie “El mundo de la Música”. Asimismo, su compañía recorrió teatros, fiestas en pueblos y plazas de toros durante esos años. En  1979 la Compañía viajó a México donde grabaron varias series  para televisión, Canal 13, Televisión Rural y Televisa.  A final de los años 90 Manuel de la Rosa vuelve a España, donde pasa sus últimos años. También fue uno de los impulsores y gestores del  Teatro de Títeres del Retiro, rehecho tras un incendio.
Torrebruno, Don Redondón (Manuel de la Rosa Uclés) y otras dos actrices del programa para la infancia de Televisión Española.
Una figura, como puede verse, proteica y activísima, dedicada íntegramente a los títeres desde muchos puntos y perspectivas diferentes, y que marcó una época. También marcó el destino de su hija y, a través de ella, de quién sería su compañero, Víctor. María José de la Rosa y Víctor Torre comenzaron como titiriteros en su compañía (Los títeres de Don Redondón) ,María José, hacia el 1976  y Víctor  en el 1979, cuando la compañía marcha a México de gira.
Así nació Sol y Tierra, fruto ya de una época que empezó a trabajar con los títeres rompiendo con las viejas tradiciones de los retablos y de la cachiporra. En realidad, hay un planteamiento ecológico en el mismo nombre de la compañía, una preocupación por la protección del Planeta, motivación que continua en la actualidad, como ellos mismos indican.
Preguntado sobre cómo era la época en la que empezaron, dice Víctor Torre:
“En los ochenta el teatro independiente de Madrid poco a poco se va profesionalizando, siendo la Tartana o la Deliciosa Royala,  dentro del teatro de títeres, su mejor exponente. Antes de los ochenta,  deberíamos hablar de los titiriteros antiguos: Porras, Don Redondón, Meroño, Gonzalo Cañas y Paco Peralta renovaron el lenguaje de los títeres. En los ochenta y más tarde en los noventa, las compañías de títeres poco a poco a poco entran en los circuitos de teatro, mejoran las condiciones para exhibir sus trabajos, y la red de teatros de la Comunidad de Madrid desde sus comienzos programa a las compañías de títeres.

El Teatro: Las Últimas Décadas en la Producción  Teatral Colombiana
Carlos José Reyes

El movimiento teatral colombiano ha tenido un notable desarrollo en la segunda década del presente siglo y en particular, durante las tres últimas décadas, en las cuales se han consolidado grupos, así como escuelas, festivales, encuentros, talleres y giras nacionales e internacionales, lo que ha permitido una positiva confrontación e intercambio del teatro colombiano con otros movimientos de América Latina y España.
A partir de un quehacer empírico, y pese a muchas dificultades y carencias, el teatro en Colombia ha superado la etapa del juego de aficionados, del sainete costumbrista y del teatro literario, sin un claro concepto de la acción dramática, escrito por poetas, novelistas y en general, escritores sin experiencia en la praxis escénica. Las motivaciones principales surgían de influencias de moda, en particular del teatro comercial español de la primera mitad de nuestro siglo, como sucedió en general en América Latina con la influencia de autores como Benavente y Casona.
También existió, es cierto, una influencia del lirismo dramático de Federico García Lorca y Rafael Alberti, pero ésta se produjo sobre autores que ensayaron el género dramático como una parte de la literatura poética, como fue el caso de Jorge Zalamea ("El regreso de Eva", -1926- o: "El rapto de las Sabinas"); Arturo Camacho Ramírez ("Luna de arena" -1943- y "Doncel de amor" -1945-).
Hay que anotar que los dos autores más importantes y fecundos de la primera mitad de nuestro siglo, Antonio Alvarez Lleras y Luis Enrique Osorio, se vincularon al teatro no sólo como autores, sino también como directores y promotores de la actividad escénica. Alvarez Lleras creó y dirigió la compañía teatral "Renacimiento", y Osorio, varios grupos escénicos, entre los cuales el más constante fue la "Compañía Bogotana de Comedias".
Sin embargo, a fines de los años cincuenta, surgió un movimiento más amplio y ambicioso que abarca los más diversos aspectos de la producción del espectáculo teatral. Esta nueva etapa tuvo varios factores en su génesis, que le permitieron dar pasos más sólidos en la búsqueda tanto de las herramientas técnicas del trabajo del actor, como en la dirección, escenográfica y demás aspectos del lenguaje mixto y complejo del teatro.
Entre esos factores cabe destacar las escuelas de arte dramático, los festivales, la creación de grupos estables y la vinculación de un importante sector de la cultura (artistas, escritores, dirigentes) con el trabajo escénico. Figuras de la política, intelectuales del grupo de la revista "Mito", dirigida por el poeta y ensayista Jorge Gaitán Durán, pintores como Enrique Grau, David Manzur, Alejandro Obregón y músicos como Luis Carlos Figueroa, Fabio González Zuleta, Roberto Pineda Duque y más tarde Blas Emilio Atehortúa, contribuyeron al desarrollo de un arte interdisciplinario más complejo y enriquecedor.
Estos distintos aspectos vienen a consolidarse a fines de los años cincuenta y comienzos de los sesentas. Los primeros festivales nacionales adquirieron una gran importancia, reunieron a muchos actores y directores que trabajaban en forma aislada en la radio y en la naciente televisión y que tenían plena conciencia de la necesidad de convertir una actividad hasta el momento empírica y aficionado de los actores -que por demás montaban obras sólo como un divertimiento familiar- en un trabajo profesional de un nivel de calidad, a la altura del que se venía desarrollando en otros países de América Latina, como podían ser las naciones del Cono Sur, en particular Chile y Argentina.

PORQUE SE VINCULAN CON LA LITERATURA.

Los títeres como recurso didáctico en la literatura infantil, contribuyen a la representación oral de sentimientos, ideas y situaciones de la vida cotidiana. En la etapa del preescolar, los títeres son una herramienta valiosa al trabajar con niños tan pequeños ya que permiten captar su atención con facilidad y son un medio para descargar emociones tales como miedos, tensiones, cóleras, entre otras. 
Los títeres gustan a todos los niños. Son un medio de expresión y creación. El niño, desde pequeñito logra prestar una fascinante atención a los personajes diversos que se les puede presentar, ya que viajan con ellos pasando un sinfín de historias, conociendo lugares, épocas y personajes nuevos.

Los títeres permiten al niño:
  • Desarrollar su creatividad o imaginación.
  • Manifestar su personalidad.
  • Comunicar sentimientos.
  • Establecer un diálogo de tú a tú.
  • Descargar tensiones, o emociones.
  • Contribuyen al desarrollo verbal (dicción, vocabulario, sintaxis)
  • Enriquecen el lenguaje y la práctica de los buenos hábitos.
  • Mejoran la expresión del niño y la niña, en cuanto a la resolución de conflictos y necesidades.
  • Estimulan la partición de los niños y niñas tímidos.
  • Pueden ser confeccionados por los propios niños/niñas.
  • Permiten a los niños y niñas disfrutar, reír y sentir placer.
  • Desarrollan la creatividad y el aprecio que el infante siente por las cosas llenas de color y de fantasía, así como por la música.

Los títeres tienen variadas aplicaciones, entre esas podemos señalar:
  • Pueden ser utilizados en el proceso enseñanza – aprendizaje de diversas asignaturas.
  • Sirven para desarrollarle el lenguaje oral a los niños y niñas.
  • Ayudan a los niños y niñas a desarrollar un pensamiento creativo.
  • Se emplean perfectamente en la presentación de actividades y dramatización de cuentos. 
  • Permiten a los infantes representar pequeños papeles.
  • Son útiles para aplicar y justificar las normas de disciplina y de organización del plantel.
  • En ocasiones se emplean como medida terapéutica par a liberar tensiones, ansiedades, miedos y otros trastornos.
  • Sirve para desarrollar destrezas motoras finas de las manos.
¿Por qué usar títeres en el campo educativo?
  • Porque estimulan la capacidad de atención y concentración del niño.
  • Porque incrementan el vocabulario pasivo del niño.
  • Porque es un medio de estimulación auditiva y visual.
  • Porque desarrolla la comprensión del niño al interactuar con el títere.
  • Los títeres se pueden emplear para enseñar prevención y cuidado del cuerpo.
  • Son fáciles de crear o adquirir.
  • Permite a los niños comprender mejor los temas pre-escolares.
  • Estimulan el raciocinio lógico del niño.
  • Porque los invita a “viajar” con la imaginación.
  • Puede enseñarse además, valores, principios a desarrollar también la capacidad empática y la tolerancia.
Mediante el uso de los títeres en la escuela los niños y niñas:
Adquieren conocimientos, se determinan en cada actividad, desarrollan capacidades de expresión, oral, escrita, corporal, plástica, creatividad, de imaginación, de escucha, de opinión y crítica, adquieren valores, sensibilidad, libertad de expresión, alegría, amor a la belleza, autoconfianza, trabajo en equipo, aceptación de la crítica.

¿Qué criterios se debe tener en cuenta para emplear títeres en el campo educativo?
  • Los títeres deben estar a disposición de los niños; ser empleados por ellos mismos para que puedan crear sus propias historias.
  • Deben adecuarse a la realidad del niño.
  • Debe transmitir un mensaje positivo.
Los títeres se pueden crear con diversos tipos de materiales, también con material reciclable o incluso pueden ser adquiridos en tiendas especializadas en productos didácticos. Lo importante es el mensaje que transmitan, y la forma cómo llegar a los niños, interactuar con ellos, de esta manera aprenden jugando.[8]




[1] SANTA CRUZ, Elena. Que es un títere. (En Línea). (30 Agosto 2016). Disponible en:http://santafe.gov.ar/index.php/educacion/content/download/148651/729029/file/Producci%C3%B3n%20Elena%20Santa%20Cruz.pdf

[2] El títere como recurso didáctico para la maestra. Cómo confeccionarlos. Actividades libres y dirigidas con títeres para Nivel Inicial y Primario. (En Línea). (29 Agosto 2016). Disponible en:  http://capacitacion-docente.idoneos.com/titeres/

[3] Asociación artística titirimimoteatro, títeres, mimo y teatro de Colombia. (En Línea). (27 Agosto 2016). Disponible en: https://www.blogger.com/profile/11381694056384852300
[4] Apuntes sobre la dirección teatral en Colombia. (En Línea). (25 Agosto 2016). Disponible en:  http://titirimimo.blogspot.com.co/2008/01/apuntes-sobre-la-direccion-teatral-en.html
[5] MANZUR, Jaime. Marionetas. (En Línea). (30 Agosto 2016). Disponible en:  http://www.fundacionjaimemanzur.com.co/index.php/marionetas-cuentos.html
[6] Teatro Ernesto Aronna. (En Línea). (29 Agosto 2016). Disponible en:  http://www.bogotatravelguide.com/teatro-ernesto-aronna-bogota.php
[7] OLTRA ALBIACH, Miquel Ángel. Los títeres un recurso didáctico. (En Línea). (30 Agosto 2016). Disponible en: www.raco.cat/index.php/EducacioSocial/article/download/267203/368957
[8] Importancia de los títeres en la literatura infantil. (En Línea). (26 Agosto 2016). Disponible en:  http://fabulasmundomagico.blogspot.com.co/2011/01/importancia-de-los-titeres-en-la.html

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